¿Recuperación de las balas de goma?
La pasada semana el partido de fútbol que enfrentaba al Athletic y el Spartak de Moscú requirió el despliegue policial más grande que ha visto Bilbao para un evento de estas características. Diversos bares tuvieron que cerrar e incluso una escuela cercana a san Mamés recomendó a los padres no llevar a sus hijos al colegio. Así las cosas uno se pregunta ¿acaso no es preferible que el partido sea a puerta cerrada antes que tener que desplegar -y pagar públicamente- a cientos y cientos de policías?
Sin embargo, ni con los 600 policías implicados (más 200 agentes de seguridad privada), se pudo conseguir una jornada tranquila sin disturbios o batallas callejeras. La nota más triste de toda la jornada la puso la muerte de un ertzaina. Su fallecimiento fue fruto de un ataque al corazón y no resultado directo de los enfrentamientos con los violentos, pero desde los sindicatos de policía se destacó que el difunto llevaba más de 13 horas trabajando cuando acaeció el infarto, lo que podría plantear serias dudas sobre la forma en que se organizan estos operativos.
En este sentido, también han surgidos voces dentro de los sindicatos de policías reclamando la recuperación de las escopetas de balas de goma, como arma necesaria para desempeñar su trabajo. La cuestión es obviamente polémica pues no debemos olvidar que las balas de goma han matado o mutilado a varias personas en todo el Estado ¿Qué clase de material antidisturbios es legítimo que posea la policía? ¿Hacia qué modelo policial deberíamos tender? ¿Cómo equilibrar la eficacia y la seguridad de los cuerpos de policía con la seguridad de la población?